jueves, 17 de abril de 2008

Publicidad 'online': ¿Y la privacidad?

Imagine que una compañía se alía con su proveedor de banda ancha para analizar no sólo cómo navega usted por Internet, sino sus contenidos favoritos e incluso el contenido de sus correos electrónicos, para desarrollar nuevas campañas de publicidad personalizadas. Y todo ello sin preguntarle antes. Ésto sucede, al menos, en EEUU y el Reino Unido hoy día.

La privacidad en la Red ha sido siempre un tema delicado que enfrenta a los usuarios con las grandes compañías tecnológicas y de la Red. Ahora, la polémica salta a raíz de un servicio de análisis de hábitos de navegación en la Red desarrollado por compañías como Phorm.

En el Reino Unido, las principales compañías proveedoras de banda ancha, como BT, Virgin and Carphone Warehouse, tienen acuerdos con Phorm.

Esta empresa, con sedes en Londres, Nueva York y Moscú, se encarga de conectar a los anunciantes con los usuarios en función de sus hábitos en la Red, una manera de personalizar al máximo la publicidad 'online'.

Es decir, un usuario que visite con frecuencia sitios con múltiples referencias a la moda o a los coches, vería gracias a este sistema de rastreo de hábitos publicidad relacionada con esos temas en otros sitios que hubiesen firmado acuerdos con Phorm.

Algunos expertos dudan de la legalidad de sus métodos. El profesor de la Universidad de Cambridge Richard Clayton aseguró, en unas declaraciones recogidas por la BBC, que creía que el sistema "descansaba en la interceptación de datos, tanto del usuario como de los sitios web por los que navega". No obstante, también elogió su política de protección de datos, ya que la compañía asegura que 'anonimiza' la información personal de los usuarios.

De momento, más de 11.600 personas han firmado en el Reino Unido en contra de las prácticas de las operadoras de romper la privacidad de los usuarios con fines publicitarios.

La compañía asegura que no retiene las direccciones IP, ni la identificación de los usuarios, aunque sí guarda el rastro de la información, algo que los críticos denuncian como potencialmente peligroso para el anonimato en la Red. El sitio web en español Kriptópolis, especializado en seguridad, explica por qué considera el sistema como un ejemplo de 'espionaje'.

Por su parte, Phorm asegura que su sistema tiene el potencial de transformar la economía en Internet, como una nueva manera de que la publicidad sea completamente personalizada, lo que daría una oportunidad a miles de sitios web pequeños, así como que podría desbancar el predominio de Google en el mercado publicitario 'online'.

En EEUU
El problema también ha salido a la luz en EEUU. Según publicó el diario Washington Post, algunas operadoras y proveedores de Internet (ISP) hicieron pruebas secretas para monitorizar cada movimiento en la Red de sus usuarios. Compañías como FrontPorch y NebuAd, además de Phorm, se encargan de recolectar esos datos para los nuevos formatos de publicidad personalísima.

Algunos críticos, como Ari Schwartz, del Centro para la Democracia y la Tecnología de EEUU, comparan estas prácticas con la de grabar conversaciones telefónicas, a pesar de que las regulaciones legales no recogen este extremo. La tecnología, una vez más, adelanta al Derecho.

Mientras, parece que en España no se dan casos parecidos, o al menos así lo asegura Telefónica. Fuentes de la principal operadora española de banda ancha aseguraron desconocer el funcionamiento de dichas compañías de recogida de información para fines publicitarios.

La Ley Orgánica de Protección de Datos española recoge expresamente el tratamiento de los datos personales con fines de publicidad en su artículo 30, y se exige el consentimiento expreso. De no haber dicho consentimiento, se considera falta grave.

Por otro lado, las operadoras están obligadas a retener los datos de navegación de los usuarios en virtud de la Ley de Conservación de Datos relativas a las comunicaciones electrónicas y redes públicas, que obliga a las operadoras a guardar dichos datos por motivos de seguridad, por un plazo de 12 meses. No obstante, el acceso a los mismos ha de ser siempre mediante orden judicial.

Vía El Mundo

1 comentario:

Marc Cortés dijo...

El domingo pasado salió en La Vanguardia un artículo en la misma línea... me dejó impactado... nos vigilan?
A los dos días leia un estudio según el cual los usuarios de Inetrnet en Estados Unidos en un % muy elevado no quieren que se les haga track en su navegación; pero en cambio quieren obtener consejo y recomendaciones de otros usuarios para tomar decisiones de compra.
Quizás el secreto no está en "seguir" a los usuarios sino en habilitar espacions en los que compartir... no te parece?

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