La policía de la ciudad checa de Brno se vio el jueves desbordada por las llamadas de ciudadanos angustiados por unos artefactos ficticios colgados en la vía pública, correspondientes en realidad a una campaña de publicidad.
Los cartuchos de dinamita falsos, colgados con hilos eléctricos sobre relojes municipales, fueron instalados por una firma local especializada en programación informática.
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