martes, 1 de septiembre de 2009

La nueva bolsa del súper, ¿un soporte 100% ecológico o puro márketing?

La bolsa azul de Ikea, de la que se reparten 30 millones de unidades al año, ya tiene competencia para llenar las playas el próximo verano. Un gigante de la distribución como Carrefour, también apuesta desde hoy por las bolsas reutilizables para reducir el consumo de bolsas plásticos y así su impacto en el medio ambiente.

La compañía francesa eliminó ayer de forma definitiva las bolsas de plástico de un solo uso de la línea de cajas en todos sus centros de la Comunidad de Madrid y Cataluña, con lo que se convierte en la primera empresa en eliminar las denominadas bolsas camiseta, en una estrategia que implantará de forma progresiva en todos sus centros españoles hasta final de año.

Aunque los clientes de Carrefour podrán utilizar cualquier tipo de bolsa en sus compras, la compañía ofrecerá alternativas sostenibles como bolsas de rafia, de algodón, biodegradables de fécula, bolsas monedero o carritos plegables, entre otros modelos. “Es una apuesta rotunda por fomentar la reutilización de materiales sostenibles”, aseguran desde Carrefour.

Nueva publicidad
Esta iniciativa también es una evidente apuesta de márketing. Según Teresa Serra Rexach, profesora y directora de Márketing de IE Business School, las bolsas reutilizables pueden convertirse en un soporte publicitario muy interesante, en tanto que su exposición ante el público es mayor. Las bolsas se emplean para transportar la compra del establecimiento al coche y del coche a casa.

Pero ahora, con los formatos de bolsas propuestos, la imagen de la compañía y, por lo tanto, la publicidad del punto de venta, logra un impacto y notoriedad mayores de la marca. Por ello, no se debe pasar por alto que este cambio implica también un mayor estudio de las bolsas en cuanto a su uso, el diseño y la promoción, porque supone modificar la conducta del consumidor que, en España, aún tiene poca conciencia ecológica, según apunta Serra Rexach.

Otros expertos del sector son más críticos y consideran que esta estrategia, más que tender a la concienciación social sobre el medio ambiente, es una decisión comercial (elimina un gasto ordinario), pero “adornada de ecología y obligación legal”. En el caso de Carrefour, tras un periodo de adaptación, si un cliente necesita una bolsa, tendrá que elegir entre las diferentes alternativas, pero por cualquiera de ellas tendrá que pagar.

Otras iniciativas
El Corte Inglés, que, según la profesora del IE, es experto en explotar las bolsas de plástico, que se han convertido en un soporte publicitario más del grupo de las campañas promocionales, ya que cada promoción, como la Semana fantástica o Los Días de oro, cuentan con su propio modelo. No obstante, el grupo también ha lanzado una colección de bolsas reutilizables con las diferentes enseñas del grupo.

Por su parte, Eroski anunció ayer que el próximo 10 de septiembre iniciará una campaña en la que descontarán un céntimo de euro a los consumidores por cada bolsa camiseta no utilizada en la compra. Mientras, Dia (del grupo Carrefour) mantiene su política de trasladar al cliente el coste de las bolsas de plástico y las cobra a 0,05 euros por unidad.

La primera cadena nacional de supermercados, Mercadona, todavía no ha dejado ver sus cartas en este tema. Fuentes de la empresa explican que adoptarán las medidas que proponga la patronal de supermercados a la que pertenecen Asedas, en la que también participan Ahorramás, DinoSol o El Árbol. Fuentes de Asedas explican que sus empresas han adoptado las medidas para cumplir con los objetivos de prevención de este tipo de residuos y que tomarán las iniciativas que más se adecúen a su modelo de negocio y las necesidades de sus clientes.

Normativa
¿Es obligatorio eliminar las bolsas de plástico? El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR), aprobado en diciembre de 2008 y que transpone la legislación comunitaria, se ha fijado como objetivo la reducción en un 50% de las bolsas de plástico que se utilizan en los comercios entre 2010 y 2014. La norma da libertad a las empresas en la fórmula para alcanzar este objetivo.
Inicialmente, el programa electoral de PSOE recogía su prohibición, pero se ha optado por un objetivo de reducción de su utilización.

Un aspecto fundamental es diferenciar los tipos de bolsas de plástico, pues no todas son iguales. A partir de 2010, se prohíben las bolsas de plástico de un solo uso, que son aquéllas con un gramaje de plástico tan bajo que no permiten su reutilización. Por su bajo precio, suelen ser las que se utilizan en las tiendas de los chinos o en mercadillos. A diferencia de éstas, las bolsas que se entregan en la distribución (que pagan su cuota por el punto verde), suelen ser reutilizadas como bolsa de basura. Por esta vía, la bolsa sigue su ciclo de reciclaje como cualquier otro envase y deja de ser un residuo. Es importante concienciar al consumidor para que, si no la utiliza, la deposite en el contenedor amarillo.

“No hay una solución única, quizás lo más acertado es combinar varias propuestas, pues paradójicamente las bolsas de rafia no son reciclables y son importadas”, según concluyen los expertos.

Su impacto real
Cada español gasta anualmente una media de 238 bolsas de plástico de un único uso, lo que se traduce en el consumo total de cerca de 16.000 millones de bolsas. Este consumo supone un gran impacto medioambiental, ya que el uso de estas bolsas, también denominadas bolsas camiseta, genera alrededor de 100.000 toneladas de basura y una emisión de 441.000 toneladas de dióxido de carbono.

Además, actualmente, sólo se recicla el 10% de estos artículos. Con el uso de las bolsas reutilizables, cada persona puede ahorrar en toda su vida más de 18.000 bolsas de plástico contaminante. Este tipo de bolsas tarda alrededor de 400 años en descomponerse.

Publicado el 01-09-09 , por I. Elizalde y L. Junco en Expansión

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