Quien no se haya enamorado alguna vez en el metro o en el autobús que tire la primera piedra. Amores de estación que acaban cuando bajas del vagón... o no, si eres insistente, tienes imaginación y sabes colgar una ilustración ingeniosa en una página web creada al efecto. ¿Funcionará el idilio?
No es que sea algo habitual. Pero puede pasar, aunque quizá sólo en Nueva York o París. En la primera ciudad vive Patrick Moberg, un joven ilustrador. El 4 de noviembre de 2007, a las 21.30, vio a la mujer de sus sueños en el suburbano. Y el chico, que grabó su efigie en su cabeza, ha hecho un completo retrato robot.
'?!?', nombre de la amada hasta que se sepa el verdadero, es morena y tiene unas rosadas mejillas. Además, llevaba una flor en el pelo, una libreta y pantalones cortos azules. Ahora la busca, y no se le ha ocurrido nada mejor que despertar el boca a oreja por Internet.
Incluso ha publicado un vídeo (alojado en Vimeo, la empresa en la que supuestamente trabaja y que aspira a convertirse en competidora de YouTube) en el que explica cómo era la chica, por qué le gustó y justifica el no haberle dicho nada en el momento. La verdad es que en caliente es mucho más difícil.
U, ojo, podría ser todo un poco de 'marketing' viral de Vimeo o incluso de Patrick. O sea, de mentira. En cualquier caso, la historia ya ha dado la vuelta al mundo a velocidad de vértigo y qué queréis que os diga, si es marketing, bienvenido sea el marketing viral romántico.
Actualización: Patrick ha logrado encontrar a su chica.
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