Cada vez es mayor el número de familias en las que ambos cónyuges trabajan fuera del hogar y, por tanto, disponen de menos tiempo libre para tareas tan básicas como hacer la compra doméstica diaria. Pasarse por la carnicería, por la pescadería, por el supermercado con cierta asiduidad es una utopía para quienes su jornada laboral apenas les deja tiempo libre y éste han de dedicárselo a otros menesteres más importantes, como el cuidado y atención de los niños. Son, por lo general, gente joven con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años.
De la situación anterior deriva la importancia que cobra cada año que pasa el comercio electrónico, el poder utilizar la red también para encargar los alimentos o productos del hogar necesarios. Internet se ha convertido así en un instrumento muy útil para cuantos ciudadanos apenas tienen la posibilidad de atender las necesidades de su hogar. Y de poder hacerlo con toda la comodidad del mundo: cualquier día de la semana, a cualquier hora y sin coste económico añadido alguno.
El 'boom' comenzó años atrás con la adquisición de billetes de avión o entradas para el teatro o el cine, pero cada vez es mayor el número de familias que acceden a la red para llenar el frigorífico.
Pese a las indudables ventajas que tiene realizar la petición de compra vía telemática, su utilización es aún incipiente. Los últimos datos del Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cifran en un exiguo 1,6% el número de hogares andaluces que utilizan estas tecnologías para el mencionado fin.
Si se toman como referente los mismos datos contenidos en el citado Observatorio del Consumo y referidos a otras zonas del país, podemos apreciar significativas diferencias. Así, Cataluña casi triplica la media andaluza, mientras que el conjunto del territorio nacional presenta un indicador también superior y que alcanza el 2,7% de cuantos hogares disponen de ordenador y están conectados a Internet.
Las reticencias de quienes se oponen -todavía son mayoría- a usar la red para encargarle al supermercado de la esquina o a la gran superficie comercial la compra de la semana, de la quincena e inclusive la mensual, son múltiples y con diferente importancia. Destaca sobre las demás la preferencia de contemplar en persona los productos que se necesitan y elegir el que mejor se adapta a las necesidades de cada cual. A mayor distancia, otras razones como las de seguridad, privacidad, desconfianza en las devoluciones... son las que llevan a la gran mayoría de los ciudadanos a preferir hacer la compra en persona.
Pese a lo anterior, lo cierto es que Internet gana enteros en esta materia cada año que pasa. Hace tan sólo una década era muy escaso el número de hogares a los que llegaba la compra realizada a través de la red. Entre otras cosas, porque tan sólo las grandes superficies comerciales ofrecían este servicio y de manera incipiente. Hoy día se han sumado prácticamente todas las empresas dedicadas a la venta de productos de primera necesidad, ante la certeza de que no pueden dejar escapar un tipo de clientela que conforme pase el tiempo será más que numerosa.
En definitiva, la publicidad online de los pequeños comercios poco a poco se irá haciendo realidad. A lo mejor vemos en breve banners con el típico "Frutas Manolo" de la esquina cuando veamos nuestros correos de Hotmail. :-)
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