La crisis que afecta a los medios de comunicación está siendo especialmente cruel con las revistas. La fuerte caída de la inversión publicitaria de este segmento se ha sumado a la crisis de identidad que arrastra el sector, a la revolución de los medios online y, en muchos países, al elevado número de títulos que se editan. Sólo en España, conviven más de trescientas cabeceras.
Desde junio de 2008, se han cerrado en España una veintena de revistas, la mayor parte de temáticas muy especializadas, tan dispares como Sorpresa, Gala, Ideas y Negocios, Connect y La Clave, mostrando que la atomización está perjudicando al sector en el reparto de la inversión publicitaria.
Hasta septiembre, los ingresos de las revistas por publicidad cayeron un 37%, hasta 285 millones de euros, una caída sólo superada por la inversión en cine.
Para el próximo año, los expertos esperan una caída del entorno del 6% en la inversión publicitaria para revistas en todo el mundo, hasta unos 42.700 millones de euros, lo que deja al segmento con una cuota de mercado en medios del 9,3%, frente al 12,3% que tenía en 2007.
En Estados Unidos, también se están cerrando cabeceras. Ésta ha sido la decisión que ha tomado Conde Nast, que dejará de imprimir Gourmet (la revista que está considerada como el templo de la gastronomía en EEUU), Modern Bride y Elegant Bride (novias) y Cookie (gastronomía). El grupo tomó esta decisión después de encargar un estudio sobre su viabilidad a la consultora McKinsey, que le aconsejó reducir un 25% sus costes en todas las publicaciones. La empresa ya había cerrado en 2008 Portfolio, su revista económica.
El sector está en crisis debido a la caída de los ingresos publicitarios, que suelen suponer el 80% de los ingresos de los grupos editores de este segmento del mercado. Esta reducción de la publicidad agrava una situación que ya era difícil para las revistas, que pierden lectores. Las publicaciones, además, se han visto forzadas a realizar grandes descuentos a sus suscriptores para poder mantener sus tarifas publicitarias.
Para los expertos del sector, la crisis servirá, en parte, para consolidar un sector demasiado atomizado, en el que, según recuerda habitualmente el editor de la filial española de Conde Nast, “sobrevivirán las revistas de calidad”. Por ahora, son los grupos editores de revistas los que sufren la caída, frente a los grandes grupos de medios diversificados.
De momento, en el tercer trimestre de este año, los ingresos por venta de publicidad en las revistas de EEUU han descendido un 18,6% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 4.533 millones de dólares. Los anunciantes contrataron 38.625 páginas, un 26% menos. En el conjunto de los nueve meses de 2009, los ingresos por publicidad cayeron un 20,3% y se situaron en 13.662 millones.
La caída de la publicidad afecta también a Internet. Según datos de PwC, en los seis primeros meses del año, los ingresos por venta de anuncios online se han reducido un 5,3%, hasta 10.900 millones.
Sin embargo, no todas las previsiones del mercado son negativas. Así, la popular revista BusinessWeek se prepara para cambiar de manos. El próximo 1 de diciembre, la publicación económica de McGraw-Hill será adquirida por Bloomberg. El precio de la transacción no se ha hecho oficial, pero la propia revista asegura que la operación puede haberse cerrado con un desembolso en metálico de entre dos y cinco millones de dólares (entre 1,3 y 3,3 millones de euros), al que se unirá la asunción de deuda por parte del nuevo propietario.
La decisión de comprar la revista económica, que tiene 900.000 suscriptores y que perdió 43 millones de dólares en 2008, supone un cambio de tendencia en la estrategia del grupo controlado por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Hasta ahora, la compañía había crecido orgánicamente, sin grandes adquisiciones.
Ésta puede no ser la única transacción que se produzca en el mercado de las revistas en EEUU. El grupo Time Warner podría desprenderse de su división de este negocio, cuya cabecera estrella es la revista Time.
Así lo quiere Gordon Crawford (The Capital Group), el mayor accionista de Time Warner, que considera que el grupo debería deshacerse de la división de revistas y centrarse en televisión y cine. De momento, el consejero delegado del grupo de comunicación, Jeff Bewkes, asegura que Time no está en venta.
Vía Expansión
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