Hace un par de años, un informe de la consultora Parks Associates llegaba a cifrar el negocio de la publicidad incorporada dentro de los videojuegos en más de mil millones de euros para 2011. Aunque la coyuntura ha frenado el entusiasmo, los datos de facturación de las empresas especializadas en este sector se mantienen al alza, ante la convicción por parte de las empresas de que son un medio eficaz para llegar al consumidor varón joven que está dejando de lado la televisión.
Una de las principales empresas nacionales en este sector, Media Game, espera por ejemplo multiplicar este año por tres su facturación para alcanzar los dos millones de euros. Según Txus Prió, director de la empresa, la rentabilidad de algunos de los juegos que representan está numéricamente fuera de toda duda.
'Una publicidad en el simulador futbolístico Pro Evolution Soccer 2009 tiene más espectadores que un partido en abierto. Por ejemplo, en España se estima que el juego venderá un millón de copias. Por término medio, cada una tendrá siete sesiones al mes, de unas tres horas cada una, con más de dos jugadores presentes, al tratarse de un juego que se disfruta en partidas en grupo', explica Prió, cuya empresa también maneja la publicidad inserta en el próximo Real Madrid Real Life -una combinación entre juego futbolístico y Los Sims que aparecerá en marzo- o la serie de juegos de automovilismo Colin McRae.
De hecho, Prió considera que la mejora en sus datos está motivada en parte por la propia crisis y la necesidad de que las empresas afinen en sus inversiones publicitarias. 'Con menos dinero, conviene arriesgar más. Con 30.000 euros de gasto, en televisión ni se te ve. Y en este medio puedes tener una repercusión directa en tu público objetivo', señala, para añadir que para el próximo Pro Evolution Soccer 2010, a publicar en septiembre, tienen todo vendido hace meses. Entre las entidades que han invertido con Media Game puede citarse a Vodafone, Caja Madrid, Universal Pictures o el Ministerio de Cultura.
Curiosamente, una empresa española es considerada como la pionera en este campo. A comienzos de los 90, Chupa Chups incluyó su marca y productos en una serie de juegos de plataformas, los Zool. Aunque quizá el jalón histórico en la evolución de estos patrocinios se produjo en 2005, cuando un cartel de Axe -pagado por la marca- se convirtió en un obstáculo fundamental a superar en el juego de acción Splinter Cell: Chaos Theory.
Otro momento histórico se produjo el pasado octubre, cuando Burnout Paradise fue el primer juego con publicidad electoral: concretamente, de la candidatura presidencial de Barack Obama. El juego dispone de un sistema de publicidad dinámica, por el que los anuncios incluidos varían periódicamente a través de internet.
En el panorama internacional del sector, los grandes nombres ya se han colocado con la adquisición de empresas destacadas: Google compró Adscape, mientras que Microsoft se hizo con Massive Incorporated, y firmó poco después un acuerdo con Electronic Arts, una de las principales creadoras de juegos, para controlar las vallas publicitarias de los estadios en sus populares simuladores deportivos de fútbol, fútbol americano, baloncesto....
Lógicamente, donde la publicidad en los juegos se ha hecho más fuerte es en los mundos virtuales online. En Everquest 2, por ejemplo, se ha llegado a incluir un botón en la propia interface del programa que permite conectar directamente para realizar un pedido a Pizza Hut. Ahora también está presente en los juegos incorporados a las redes sociales, como Facebook.
Los creadores de videojuegos estiman que la publicidad en el propio juego supone un ingreso adicional de más de un euro por unidad vendida, una cifra significativa cuando las productoras apenas reciben unos cinco euros por copia del precio de venta al público.
Vía CincoDías
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