Word-of-Mouth (WOM) o Buzz Marketing, boca-a-oreja, recomendaciones de consumidores o customer-2-customer marketing. Todos estos términos se asocian a la forma más antigua, creíble y eficiente de Marketing: el boca a boca.
Pero, ¿qué entendemos realmente por WOM? Grosso modo, hablamos de recomendaciones sobre un producto o servicio realizadas entre sí por consumidores, que se propagan de manera exponencial e influencian prácticamente todas las decisiones de compra de nuestra vida diaria.
Nadie puede negar los cambios en la percepción de los consumidores acerca de los medios. ¿Cuál es la realidad entonces? En España, según un informe publicado por IAB Spain, la inversión en publicidad de TV disminuyó de forma considerable en 2008 debido a su cada vez menor ROI y su palpable saturación. Sin embargo, la inversión en Internet y otros canales alternativos de marketing subió hasta el 39,46%.
Lo que verdaderamente deben hacer las marcas es enfocar su estrategia publicitaria o de medios a conectar con el consumidor, a conversar de manera continuada con su público objetivo para conocer de primera mano qué es lo que necesitan. No se debe perder la perspectiva: ya no estamos ante un consumidor pasivo, sino que estamos ante un consumidor que se sabe conocedor de su poder influenciador y de decisión, sabe de su importancia gracias (entre otras razones) a la mentalidad 2.0 y demás tecnologías sociales.
Por tanto, una campaña bien orientada basada en técnicas de Marketing Participativo o connected marketing (como lo definen Kirby y Mardsen) va a conseguir que la marca conecte con su público objetivo, vinculándolo a su producto o servicio, atrayéndolo y no empujándolo a consumir. En definitiva, va a conseguir el nivel de identificación del consumidor con la marca que en la actualidad se está perdiendo debido a las campañas tradicionales.
Entonces, ¿solo podemos identificar al WOM como una manera de hacer marketing de una marca o producto? Justo al contrario: un “WOM o buzz marketing (en sus vertientes tanto online como offline) efectivo no se encuentra arraigado en el marketing de una marca, producto o servicio en particular, sino que preferiblemente está basado en las relaciones diarias y las conversaciones mantenidas por otro tipo de asuntos”.
Artículo de Martin Oetting, trnd españa
1 comentario:
Gracias :)
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