Más de cuatro años después de que la Comisión Europea autorizase incluir imágenes impactantes de los males que produce el tabaco en las propias cajetillas España estudia ahora introducirlas. La medida, guardada en un cajón desde que en 2003 la entonces ministra de Sanidad Ana Pastor (Partido Popular) declarase que la apoyaba como forma de combatir la adicción, está implantada ya en más de 20 países. Cada vez que van a encender un cigarrillo, los fumadores de Bélgica, Reino Unido y Rumania (en estos dos últimos países la normativa al respecto entró en vigor el año pasado) ven un pulmón destrozado, un tumor en carne viva en el cuello de un hombre o una dentadura podrida en los paquetes que abren. Imágenes disuasorias directas a la mente que llevan ya años decorando las cajetillas en Brasil, Canadá o Tailandia.
La ex ministra Ana Pastor apoyó la idea en 2003, pero no la llevó a cabo
Aún no hay fecha para introducir el nuevo etiquetado en España, según el ministerio de Sanidad. Pero ya se está estudiando cómo hacerlo, aseguran. Para ello, en 2004 la UE creó y aprobó un catálogo con 42 imágenes que hacen alusión a las consecuencias negativas del consumo de tabaco. Bruselas seguía así la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que asegura que las imágenes son más poderosas que las palabras para disuadir a los fumadores.
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