Una empresa americana pretende transformar la cara visible de la Luna en una gigantesca valla publicitaria.
Moon Publicity es una empresa que pretende llevar la publicidad a la Luna mediante un procedimiento bautizado como shadow farming o shadow shaping, algo así como cultivo de sombras. La técnica consistiría en transportar al satélite una pequeña flotilla de robots equipados con pequeños arados. Estos dispositivos dibujarían surcos sobre el polvo lunar, casi unas simples huellas de un centímetro de profundidad, creando en la superficie tres tipos de ángulos sobre los que incidiría la luz solar: uno negro, de sombra absoluta; otro blanco, que recibiría perpendicularmente la luz solar y la reflejaría casi en su totalidad; y otro gris, donde la luz solar incidiría oblicuamente, reflejando sólo una parte de la misma. Estos tres colores –grados de luminosidad, en propiedad– se combinarían para crear una suerte de píxeles. La combinación de estos píxeles a lo largo de una gran extensión de terreno resultaría a su vez en una imagen perfectamente visible y nítida desde la Tierra.
Para ello, han dividido el satélite en 144 regiones cuadradas, 44 de las cuales están disponibles para publicidad –las que ocupan la cara visible de la Luna y no lindan demasiado ni con la cara oscura ni con los polos–. Los precios, explican, dependen de una serie de factores; el tamaño de la parcela, por ejemplo –las más grandes, que son las ecuatoriales, son las más caras– o su adscripción a un accidente topográfico especialmente singular. También nos explican que en la Luna nos encontramos dos tipos de superficies, los mares y las tierras altas, cuyo costo de explotación no es el mismo: los mares –enormes superficies llanas de lava petrificada– son más practicables pero también más oscuros, por lo que nuestra imagen publicitaria dispondría de menos contraste. Las tierras altas, por su parte, son más claras y proveen imágenes más nítidas, pero su naturaleza montañosa complica su acceso y encarece el shadow farming.
Todo, nos explican en Moon Publicity, depende de nuestras necesidades y lo generoso de nuestra inversión; podemos optar por una región practicable y extensa –como la 24, que incluye la mayoría del Mar de la Lluvia– o una rica en cráteres –la 58 incluye a Copérnico y Eratóstenes–, cuyas sombras naturales podríamos aprovechar para así ahorrarnos parte del shadow farming. Las inmediaciones del cráter Tycho –región 112– son las más claras de la Luna y seguramente unas de las más emblemáticas.
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