domingo, 6 de marzo de 2011

María Teresa Campos, 3.500 euros el 'spot'

Por muchas sartenes que venda Belén Esteban, los anunciantes no hacen cola a las puertas de su chalé de Paracuellos del Jarama. Allí los únicos que hacen guardia son los paparazzis. Las empresas buscan otras caras para los anuncios, no precisamente la de Belén, por muchos arreglos que lleve encima: «La clave reside en la siguiente pregunta: ¿Quieres que tu hija sea como ella? Al espectador le gusta desconectar y ver barbaridades en antena, pero no siente aprecio por estos personajes», explica Santiago Mollinedo, director general de Personality Media, empresa que aconseja a las firmas sobre el famoso más adecuado para sus campañas y que maneja una base de 1.654 nombres, de los que casi 400 son presentadores. Por las encuestas que hacen periódicamente, saben bien que Belén no es la mejor vendedora.
Ni ella «ni los que basan su éxito en la polémica». Y en el saco entra también Jorge Javier. Hace más horas que cualquiera en la tele, pero su caché publicitario ronda los 2.000 euros (1.800 en 'Sálvame diario' y 2.100 en el 'Deluxe'), que no está mal, pero es inferior al de otros. «Su complejo escenario mediático y la exposición que muestra semanalmente de cara al consumidor no le convierte en el perfil más demandado por las grandes marcas», insiste Mollinedo. Y el mismo cuento que se aplique Belén, que en publicidad tiene uno de los salarios más bajos: a razón de 1.000 euros por un 'momento interno', que es así como llaman al anuncio que se hace dentro del programa.
Por comparar, las hormigas de Pablo Motos cobran más que la ex de Jesulín, porque Trancas y Barrancas no hacen propaganda de nada por menos de 1.200 euros. Bastante más del doble cobra su 'jefe'. Sin pertenecer al club del millón, Pablo Motos sí figura en el top de los presentadores favoritos de los anunciantes. Y si no se forra haciendo publicidad es porque no quiere. «Hay un grupo de gente como Motos, Mercedes Milá, Ana Rosa, Buenafuente... que son muy selectivos y cuidan mucho con qué se vinculan y no hacen prácticamente nada». No se trata de una cuestión de dinero. «Hay gente que no quiere aparecer vinculada a un taller de coches o a una crema de una marca blanca, por mucho dinero que les ofrezcan. Pero luego igual hacen promoción de una firma pequeña si les gusta».
Tampoco las marcas quieren a cualquiera. Ni necesariamente al presentador de moda. «María Teresa Campos no tiene hoy mucha presencia, pero la publicidad la borda. Ella habla al espectador en el mismo tono de siempre y parece que el anuncio está integrado en el programa, esa es la mayor virtud», explica el responsable de una agencia de medios, los intermediarios entre los famosos y las televisiones en cuestiones publicitarias. Y tan bien lo hace la Campos, que así le pagan. A 3.500 euros los veinte o treinta segundos que puede durar el 'spot' dentro del programa. Su caché es, junto al de Jesús Vázquez -que cobra otro tanto-, el más alto del panorama televisivo. También cotizan al alza Jordi González, Ana Rosa Quintana, Cantizano y Pablo Motos, en torno a los 3.000 euros. Cachés que se quedan cortos comparados con los de los 'actores premium', los más potentes de las series, que pueden cobrar «el doble».
La virtud de ellos es que resultan muy naturales, y la de otros, que le ponen mucho empeño. «Los guionistas de los programas se involucran cada vez más en el anuncio y eso se nota porque meten coletillas y giros habituales del presentador que realiza la mención». Algunos hacen hasta un show, como Buenafuente y su troupe. Una mención publicitaria con 'numerito' guionizado con todo el equipo sale a 9.500 euros. Y Berto y Ana Morgade, aún siendo secundarios, cobran 2.400 euros por barba, el doble o más que Manolo Lama, Paz Padilla, Christian Gálvez o Marta Fernández, que no pasan de 'mileuristas'.

Vía Ideal

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